22 Dic Hay más de 15 tipos de mieles en Venezuela
Hay mieles para todos los gustos: claras, doradas, oscuras, herbales, minerales, florales, las opciones son casi infinitas. Sin embargo, es un producto subutilizado y plagado de desinformación.
“En toda Venezuela se produce miel. Hay mieles tan claras como el agua y tan oscuras como el petróleo, eso depende de la floración. La diferencia es significativa si son producidas en verano o en invierno, y eso se aprecia en la viscosidad”, afirma Elvira Fernández propietaria, junto a su esposo el agrónomo Reinaldo Armas, de Mieles Alvearium.
Lamentablemente, sobre la miel existe gran desinformación. En nuestro país, se le asocia más con un remedio casero contra la tos o endulzante de tecitos e infusiones, que un extraordinario producto culinario.
Las mieles se clasifican según la cantidad de flores de las que se sirven las abejas para su elaboración, entonces, se habla de “monoflorales” cuando más del 60% proviene de un solo tipo de flor, y las “multiflorales”, cuando se origina de más de dos variedades.
En Venezuela, la más común es de Mastranto, proveniente del oriente, cuyas características se asocian con la idea que tiene la gente de lo que es la miel, es decir, color dorado, brillante, con una viscosidad relativa, es la que Fernández etiqueta como “casi de manual”.
Pero también se pueden encontrar de Copaibe, Araguaney, Ajonjolí, Mango, Carcanapire, Yopo, Caña, Acacia o Flamboyanes, Naranjilla, Tiama, Café, por mencionar solo algunas.
Fernández asegura que riqueza y variedad encontrada ha rebasado sus expectativas, “hay tantos tipos de miel como flores, pero no todas las flores son para miel. Incluso hemos logrado clasificarlas según la altura y época del año, por eso ofrecemos algunas “multiflorales” como: altos y bajos de sabana, cerros de sabana, entre otras, y estas a su vez cambian si estamos en estación lluviosa o seca”.
El “terroir” de la miel Cada colmena de un apicultor promedio en Venezuela produce anualmente 40kg de miel, aunque en el oriente eso puede llegar hasta 100kg. Se trata de un alimento vivo, cambia de color con el tiempo, pero no se descompone. La miel es el único alimento que no padece ese mal.
Una miel puede ser de sabor floral, mineral, herbal, depende del tipo de flor, la altura, proximidad al mar, y hasta del tipo de abeja. Sin embargo, hay tres características que deben tomarse en cuenta: En primer lugar, la cristalización porque es falsa la creencia que si se cristaliza es de mala calidad, cuando es todo lo contrario, es garantía de pureza. Por otra parte, el color depende del tipo de floración y por último, el olor ya que las de buena calidad huelen a flores, a hierba, incluso a especias.
“Las características de determinada miel pueden exaltar o no un platillo. Por ejemplo, algunas van mejor con quesos madurados como las de Yopo, otras son mejores para vinagretas como la de Carcanapire, algunas exaltan postres. También las hay más idóneas para marinadas. Si aprendiéramos de mieles, les sacaríamos un inmenso provecho. Pocos intuyen los grandes usos culinarios que tiene este producto”, asegura la gente de Mieles Alvearium.
Incluso, están saborizando algunas con especias como romero y tomillo, y en asociación con chefs, hasta con curry y trufas, que son combinaciones muy comunes en otras latitudes, pero que en nuestro mercado es toda una novedad.
Puntualizan que es muy importante almacenarla con cuidado, ajena a la luz del sol. Enfatizan que no amerita refrigeración. “Lo importante es darle a la miel una oportunidad, es una alimento sano, nutritivo, sabroso y versátil. Sin contar que en Venezuela contamos con una variedad y una calidad que vale la pena explorar”, asegura Elvira Fernández.
Fuente: « fuego lento» de la edición de marzo 2013 de la revista Sala de Espera